viernes, 27 de diciembre de 2013

Diálogos entre generaciones

La última sesión de trabajo en Izarra fue una gozada. La dedicamos a reflexionar sobre la vida hoy y hace 50 años ¿qué ha cambiado? ¿qué se mantiene? 

Tras un debate inicial entre todas, nos dividimos en parejas para poder dedicar más tiempo a reflexionar sobre las vidas de nuestras mayores y de las generaciones más jóvenes.

Reflexionamos sobre las similitudes y diferencias en los cuidados a la infancia y a las personas mayores, la manera de divertirnos, de vestir, de comunicarnos, de trabajar, de entender la vida... Fue un placer poder compartir mesa de debate con estas mujeres. 
Mujeres con ganas de aprender y compartir. Foto: David Busto
Como supo a poco... han propuesto volver a reunirnos para seguir charlando, descubrir y compartir saberes de estas mujeres que, mejor que nadie, conocen todas las lecciones importantes de la universidad de la vida.

Proyecto "Visibilidad y (re)conocimiento de los saberes de las mujeres rurales de Álava"

jueves, 26 de diciembre de 2013

Las estrellas de Izarra

Sesión de saberes en Izarra. Foto: David Busto
Brillan con naturaleza propia.
Son Catedràticas
del Sentido Común 
de la Universidad de la Vida.

Son tan brillantes,
que solo saben
que no saben nada, 
al más puro estilo socrático.

Y, como esponjas, 
están abiertas a aprender 
y a compartir cada día.


Abiertas de mente y de corazón. Dispuestas a compartir y visibilizar lo que saben y han vivido. Se conservan tan bien, quizá por el clima del valle; tal vez por su alimentación;o quizá por la relación sana entre las personas.

Son mayores mayores que, sin tiempo para ellas,siguen cuidando de todo: la huerta, el ganado, la familia. Se rien de todo y de ellas mismas, y son felices haciendo felicesa las personas de su entorno.

Hay muchas estrellas anónimas que nos iluminan, guìan, cuidan y acompañan cada día. No les importa la fama ni los lujos. y por eso es un verdadero privilegio descubrir sus historias de vida y aprender día a día con su ejemplo.

Proyecto "Visibilidad y (re)conocimiento de los saberes de las mujeres rurales de Álava"

Dos generaciones, mismas emociones

Dos generaciones, mismas emociones
Somos Ana Mari y Nekane, dos mujeres de Urkabustaiz. Por nuestra diferencia de edad (Ana Mari ya ha cumplido los 80 y yo he pasado ya la cuarentena) podríamos decir que no compartimos nada más que género y la población donde vivimos, pero, gracias a la Red de Mujeres del Medio Rural de Álava, hemos podido comprobar que es más lo que nos une que lo que nos separa. 

Ana Mari ha tenido una vida muy dura. Perdió a su madre cuando tan sólo tenía 2 años. De pequeña no pudo ir a la escuela más que los días que nevaba, por que el resto del año tenía que hacerse cargo del ganado y de la casa, pero eso no impidió que Ana Mari aprendiera a leer, y con mucho tesón aprendió a juntar letras y a componer palabras sin ayuda de nadie. Junto con cocinar, leer es una de las actividades que más satisfacciones le aporta; le gustan mucho las novelas históricas, probablemente porque le habría gustado estudiar Historia. 

Ana Mari es madre de 6 hijos, y, cuando habla de ellos, se le nota la ternura en la voz y en su despierta mirada. Ha tenido que trabajar mucho para sacar a la familia adelante, y hoy todavía dedica su tiempo y cuidados siempre que lo necesiten su marido, hijos o nietos. 

Yo también soy madre, pero de una única hija. Yo sí he tenido la oportunidad de estudiar, y eso siempre se lo agradeceré a mis padres, que tuvieron que trabajar muy duro para que tuviera estudios universitarios. Gracias a ellos, ahora tengo la suerte de trabajar en lo que a mí me gusta. Como a Ana Mari, me encanta leer novelas históricas, y también dedico mi tiempo a cuidar de mi familia. Es, quizás, en este tema donde empezamos a sentir ella y yo que la diferencia generacional no interfiere en sentimientos y emociones. 

Las dos hablamos del nacimiento de nuestros hijos como un hecho que nos marcó: un sentimiento de plenitud y lleno de emociones que nos regaló la vida. A las dos nos gustó compartir el momento de encuentro inter-generacional en la casa de cultura de Izarra. A las dos nos gusta aprender de los demás, porque enriquece al ser humano. 

Como veis, en el fondo, es más intenso lo que nos une que lo que nos separa, porque las emociones y los sentimientos son los mismos, sea cual sea la época en la que nos haya tocado vivir. 

Eskerrik asko, Ana Mari, eskerrik asko a ti y a todas las mujeres que hicisteis camino para que nosotras, las siguientes generaciones, lo tuviéramos más fácil.

Diálogos entre generaciones: de mujer a mujer

Julia y Amaia. Foto: David Busto
Julia y Amaia conversan sobre la vida de hoy y de hace 50 años ¿qué ha cambiado? ¿qué se mantiene?

Comenta Julia, que las cosas eran muy diferentes. Antes los cuidados a personas mayores, niñas y niños se realizaban en la casa, con la ayuda de toda la familia. Se llevaba a cabo entre las labores del campo y los animales. Se les atendía y dedicaba menos tiempo, pero todo se hacía en el hogar. 

Recuerda cómo entre las hermanas cuidaron a su padre, eso sí, se tenía mucho pudor, por ejemplo, cuando tenía que hacer “pis” solo lo hacía con su mujer, y cuando le aseaban (no a menudo), también era la madre. 

Julia recuerda cómo a las niñas y niños pequeñxs se les atendía en lo fundamental (comer, aseo) para después dejarlos en la media fanega, donde no corrían peligro y pudieran seguir con sus labores en el campo. 

Julia piensa que hoy en día se les atiende con mayor dedicación. Además, comenta, ahora hay residencias de personas mayores y guarderías de niñxs, donde están muy bien cuidadxs, “antes no teníamos nada de eso”. 

Continúan hablando de lo que piensa Julia respecto a las diferencias en cuanto a la información que recibimos ahora y que antes no tenían. Julia dice, muy segura, que antes se era “más inocente” y que ve mejor cómo los niñxs y jóvenes ahora saben más y están “más espabiladxs”. Ella recuerda que cuando tenía quince años y le bajó la regla se asustó mucho. ¡Nadie le había hablado de ello! También que había un señor que le seguía y le acosaba, algo que ella no entendía y solo podía salir corriendo, pero no se lo contaba a nadie y tuvo que superarlo ella sola. Julia dice “menos mal que yo soy de genio y tengo carácter y pude enfrentarme en vez de acoquinarme”. 

Cree que el tener menos información les hacía ser mas inconscientes de los peligros, se podían protegen menos de gente mala o que les pudiera dañar. Amaia pregunta a Julia cómo cree que hubiera sido ahora el episodio del acoso, y responde, con el ímpetu que le caracteriza: “¡lo denuncio seguro!” Julia piensa que hoy es genial que haya más acceso a la información y las personas tengan, o puedan tener, más cultura.

Amaia y Julia siguen conversando sobre las diferencias en la forma de vestir, de divertirse o de trabajar de las mujeres de su juventud y de las de ahora. Para Julia ahora todo es mas sencillo, cómodo, con muchas facilidades. Por ejemplo, el trabajo de las mujeres es complicado, por lo atareadas que están siempre, pero tienen muchas más ayudas que en su época. También piensa que el poder adquisitivo es mayor y que por eso trabajan tanto fuera y dentro. “Ahora hay más posibles” dice “o sea que se puede tener lo que quieres”. Se refería a bienes materiales (ropa o zapatos, cosas para la casa, coches...).Antes el trabajo era muy duro, no tenían electrodomésticos y el dinero no daba más que para vivir con lo justo.

Aunque Julia cree que todo ha mejorado con el paso del tiempo, siente que no somos más felices. Julia recuerda cómo antes se colaboraba más entre las vecinas y vecinos en las diferentes faenas del campo y del ganado y que había más generosidad y apoyo colaborativo. A nadie le faltaba de nada porque en el pueblo se ayudaban mutuamente.Ahora -dice-, ”ya no se hace esto”.

Reflexionando sobre la falta de colaboración, Julia comenta que cada persona vive a lo suyo y que tampoco se pide ayuda a los demás. Piensa que, igual, es más problema de no saber pedir ayuda (mayor orgullo). Por otro lado, también recuerda que si hay alguna necesidad evidente en el pueblo las vecinas y vecinos sí responden y se vuelcan con la causa.

Julia una gran mujer de 91 primaveras y, como siempre dice Amaia, una mujer de referencia, alegre, optimista y siempre dispuesta a ayudar. Recuerda una anédocta sobre el desconocimiento que existía sobre tantas cosas... como por ejemplo, ¿de dónde vienen los bebés? ¿Los traía la señora Apolonia (comadrona de Izarra)?


Proyecto "Visibilidad y (re)conocimiento de los saberes de las mujeres rurales de Álava"

Diferencias en las vidas de ayer y de hoy

Benita Goikuria Egiluz tenía 7 años cuando estalló la guerra. Tuvieron que dejarlo todo y salir corriendo a refugiarse. Este vídeo recoge alguna de esas vivencias. Ahotsak ha recogido sus testimonios en euskera que están disponibles en el siguiente enlace.


Tras esa época dura y triste, en Urkiola ordeñaba las vacas y las ovejas, durante 9 meses. Y trabajó en el  Hotel de Bizkarra en Urkiola. Los dueños sabían euskera y castellano y allí aprendió castellano con los veraneantes. 

Después fue a Bilbao a servir en la calle Santa María a una casa donde venían a veranear chilenos porque allí era invierno. Al estar sirviendo, no podía casi salir de la casa, algo duro para ella ya que estaba acostumbrada a andar por la calle y en el monte. Cuando tenían la tarde libre se iban de excursión al monte a Basurto a Deusto a Artxanda o, simplemente, a caminar. En Bilbao, echaba de menos la vida del Baserri, a su cuadrilla de chicos y chicas de Ipiñaburu.

Según Benita ahora vivimos mejor las jóvenes que en su época. Ella tuvo que trabajabar muchísimo cuidando a los hijos, a los mayores, en la labranza y ayudando al marido en el monte. Pero ahora necesitamos más bienes materiales y, por tanto, trabajar mucho para conseguir dinero para comprarlas, lo que hace que haya mucho estrés en la gente joven.

De mujer a mujer

Benita y Julia cuentan a Erika y a Amaia algunas de sus vivencias y experiencias de vida. Nuestras "catedráticas del sentido común de la universidad de la vida" consideran que hoy tenemos más oportunidades de saber "todo"... ¿las estamos aprovechando realmente para vivir vidas que merezcan la pena?

La música en nuestras vidas

Begoña y Nati comparten aficiones, como la jardinería, la gastronomía, pero especialmente, les apasiona la música.

Nati desde los diez años ha cantando en diversos coros. Es contralto. Y hoy en día sigue cantando en el coro de la iglesia de Izarra y en coro Musikeskola del Ayuntamiento.

Begoña desde pequeña ensayaba en Andagoia e iba en bicicleta desde Katadiano.  Más tarde ensayaba con Nati en el pueblo de Abornikano con la profesora Mª Victoria.

Al cabo de 30 años, la música volvió a unirles y desde entonces siguen cantando juntas en los coros que haga falta.

Unidas por la música
A Mentxu, que lleva un año cantando en una coral, le aconsejan que:
  • a parte de lo que aprenda en el grupo musicalmente, comparta con esa gente risas y apoyo mutuo
  • que no lo deje, porque es un enriquecimiento enorme para la mente y el espíritu

La canción favorita de Begoña es Haurtxo Polita. Y a Nati, en estos momentos le gusta mucho Mendiri Mendi de Xabin Salaberri. A Mentxu le encanta Xalbadoren Heritza.

Juventud, trabajos y romerías

Begoña Zurbitu, Ana María Urtaran, Julia Carro Urtaran, Nati Urtaran y Benita Goikuria nos hablan de su juventud, de cómo se divertían y disfrutaban cuando el trabajo y las demás tareas se lo permitían.

 

Recordando a las abuelas y a las madres

Conversar en torno a una mesa sobre las anécdotas y recuerdos de la familia o de las personas de referencia es una manera fantástica de reconocer, aprender, compartir y tejer redes de saberes. Sin embargo con la llegada de las televisiones y demás tecnologías a los hogares la transmisión oral de las experiencias de vida queda relegada a otros espacios ¿virtuales, quizá como este blog? o, en el peor de los casos, desaparece.

Desde este proyecto de Visibilidad y (Re)Conocimiento de los saberes de las mujeres del ámbito rural de Álava pretendemos aportar nuestro granito de arena para rescatar las memorias y poner en valor los saberes de mujeres que tienen mucho que enseñarnos y transmitirnos a las jóvenes generaciones. 



Begoña Zurbitu, Ana María Urtaran, Julia Carro Urtaran, Nati Urtaran y Benita Goikuria nos hablan de los recuerdos de sus referentes femeninos, ante la atenta mirada de mujeres más jóvenes.

Recuerdos de la niñez

Conversamos sobre los recuerdos de la niñez de nuestras protagonistas Begoña Zurbitu, Ana María Urtaran, Julia Carro Urtaran, Nati Urtaran y Benita Goikuria.

La infancia de Julia

Julia es, quizá, la estrella de Izarra más brillante y que más ha trabajado en su vida. Tiene 91 años y su vida se resume en cuidar, cuidar, trabajar y trabajar. Es una mujer querida y respetada por toda su familia, vecindario y amistades. Una mujer llena de vida y de anécdotas. 

Una mujer sonriente, ilusionada y miedosa, como ella mismo dice. Pero su energía, optimismo y vitalidad quizá sean las claves de su vida para superar sus miedos y las dificultades que ha tenido que ir superando a lo largo de su larga vida. Resiliencia, sería una de esas capacidades y habilidades ahora tan de moda en esta época de crisis y cambios, que a Julia le va como anillo al dedo.

Unos días antes de reunirnos en Izarra, se cayó y se rompió varias costillas. Pero su empeño por retomar su actividad diaria (cuidar de las vacas, cuidar a su hermano más o menos de su quinta, entre otras tareas varias), hizo que en pocos días estuviera recuperada y dispuesta a seguir adelante. Una mujer ejemplo de superación y de resiliencia, que sigue aprovechando cada instante de vida y comparte su energía positiva con las gentes que se acercan a su casa.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Pasado, presente y futuro de las relaciones entre mujeres y hombres

¿Cómo vivían nuestras mujeres de Izarra sus vidas hace 40 años? ¿Cómo ven a las nuevas generaciones? Reflexionamos sobre sus vivencias, el reparto de tareas, los cuidados... y la gestión del tiempo... El tiempo... ese escaso recurso que tanto nos cuesta gestionar/repartir adecuadamente...

Conversamos con Begoña Zurbitu, Ana María Urtaran, Julia Carro Urtaran, Nati Urtaran y Benita Goikuria. Dinamiza la charla, Mentxu Ramilo Araujo. Y la grabación y montaje es obra de David Busto Izquierdo.
 

                       NAVIDAD  Y AÑO NUEVO 1914



¡¡¡¡¡FELICES NAVIDADES Y AÑO NUEVO!!!!!

CON TODO MI CARIÑO PARA TODOS L@S QUE ENTRAIS EN ESTE BLOG.

ESTOY INCOMUNICADA POR UN ACCIDENTE QUE HE TENIDO PERO NO IMPIDE PARA QUE PIENSE EN VOSOTR@S Y OS MANDE MIS MEJORES DESEOS PARA EL NUEVO AÑO 1914.

SEGUIREMOS TRABAJANDO CON ILUSION, CON DEDICACION Y CON TODA LA ENTREGA QUE EL MOMENTO NOS PIDA.

QUE SEAIS FELICES.

OS QUIERO.

ANTONIA

lunes, 16 de diciembre de 2013

Mi primera bicicleta: más que un vehículo

Hoy en día en muchos hogares occidentales hay varias bicicletas de todos los colores y tamaños. Pero hace más de 40 años, la bicicleta era ¡¡lo más!!. Con los ahorros de su cartilla, Maria Jesús compró su primera bicique le servía para desplazarse más rápido y llevar las compras colgadas en ella. También para Charo, la bici era el bien más preciado. Le permitía bajar al Economato a comprar, repartir leche con cantinas llevando las bolsas en el manillar y desplazarse con mayor libertad.

A Maria Jesús ver la película de “La bicicleta verde” le trajo recuerdos de su infancia. Por desgracia, en la actualidad siguen existiendo lugares del mundo en los que se mantienen desigualdades sociales y entre mujeres y hombres que limitan el desarrollo de las personas en igualdad de condiciones. 

La Bicicleta verde (año 2012) es una película dirigida por la directora Haifaa Al-Mansour, la primera mujer que ha dirigido un largometraje en Arabia Saudí. La película se basa en la vida de una sobrina de la directora. Wadjda tiene diez años y vive en una sociedad tan tradicional que ciertas cosas, como ir en bicicleta, le están totalmente prohibidas por ser una niña. A pesar de todo, es una niña divertida y emprendedora que bordea siempre el límite entre lo autorizado y lo prohibido. Wadjda desea tener una bicicleta para poder competir con su amigo Abdullah en una carrera, pero su madre no se lo permite porque las bicicletas son un peligro para la dignidad de una chica (vía FILMAFFINITY).

Aquí puedes ver el Trailer de la película.

Y tú, ¿Qué recuerdas de tu primera bicicleta?
Puedes dejar tu comentario :-) 
 
Proyecto "Visibilidad y (re)conocimiento de los saberes de las mujeres rurales de Álava"

lunes, 9 de diciembre de 2013

La Historia del s. XX contada por las mujeres de Gordexola

En la grabación del documental. Fuente: El Correo

Un documental para dar voz a quienes hasta ahora no la tenían. 'La memoria en femenino' recoge el testimonio de once mujeres que repasan sus experiencias vitales y, de paso, sacan a la luz su personal crónica del pasado siglo XX. 

«La historia siempre se ha contado desde el punto de vista masculino», explica Juncal Altzugarai, una de las integrantes de la Asociación de Mujeres Argizka de Gordexola que se ha volcado con esta iniciativa. Esto cambiará gracias a la proyección de la cinta el próximo viernes día 13 de diciembre en el Palacio Molinar (19.30 horas) de Gordexola. 

Aunque la película ha sido rodada por un equipo profesional, el objetivo del documental será resultar lo más natural posible. Así, durante cerca de una hora serán las propias mujeres protagonistas de la película, todas por encima de los 67 años y algunas con más 90, las que hilen el relato con su propia voz

«Aparecen imágenes del pueblo y algunas fotografías históricas, pero casi todo es un relato en primera persona. Les poníamos la cámara, la pértiga con el micrófono y las dejábamos hablar, y así han salido algunos momentazos», reconoce la portavoz de la asociación. No en vano, en algunas ocasiones hubo que parar el rodaje por culpa de la emoción. «Ha habido veces en que la persona se ponía a llorar y parte del equipo la seguía», admite. [Continuar leyendo la noticia en El Correo]