Los cuidados que recibimos desde que nacemos son fundamentales para la sostenibilidad de nuestras vidas. Sin embargo en el sistema económico productivo neoliberal y capitalista de consumo en el que vivimos, los cuidados forman parte del mundo reproductivo e invisible de los hogares. Y el trabajo y dedicación constante a las personas cuidadoras no tiene reconocimiento ni agradecimiento.
Es clave avanzar hacia una Economía de los Cuidados que ponga en el centro de atención a las personas, no como consumidoras, sino como seres que necesitan cuidados y cuidarse para lograr su desarrollo integral (físico, emocional, relacional...). Como en otros ámbitos de la vida, a cuidar se aprende cuidando (y dejándose cuidar) y compartir esta función social de manera corresponsable entre mujeres y hombres es un reto pendiente.
¡¡Gracias a todas las mujeres (y cada vez más, algunos hombres) que a lo largo de la historia cuidaron, cuidan y cuidarán a otras personas!! Seguramente las personas cuidadas no les agradezcan ni puedan agradecerles a lo largo de sus vidas las atenciones que han recibido para poder subsistir y conseguir que sus vidas valgan la pena.
Proyecto "Visibilidad y (Re)Conocimiento de los saberes de las mujeres del ámbito rural de Álava"
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