Dialogamos también sobre si con el ritmo de vida que llevan las generaciones de hoy en día, están a gusto. Estas mujeres perciben a sus hijxs sin tiempo (no les da la vida, viven aceleradxs). Edurne propone un ejercicio interesante: Pararse a pensar (aunque quizá haya a quien le dé vértigo parar) en las siguientes preguntas:
- ¿Estoy viviendo la vida que realmente quiero vivir?
- ¿Quiero llevar este ritmo de vida?
- ¿Cómo concilio mi vida personal, familiar, laboral?
- ¿Gestiono adecuadamente mis tiempos?, ¿Priorizo y organizo? ¿Comparto las tareas (corresponsabilidad)?
Si lo que elige la gente joven es lo que realmente quiere, que sean FELICES. Y que no estén quejándose todo el día. Si hay algo que hay que hacer y te preocupa. ¡¡Hazlo cuanto antes!! No pospongas las decisiones. Son tu responsabilidad.
Estas mujeres consideran también que en sus vidas siempre han pensado en las demás personas. Y que nunca han tenido tiempo para ellas. Es más, pensar en ellas les parecía algo “egoísta” e insano (de confesión). Sin embargo, es fundamental pensar en una misma, quererse y ser dueña de su propia vida. Y a partir de ahí, querer a la pareja, hijxs, nietxs, amistades, vecinxs. Es muy sano tener personalidad, sentirse sujeto de derechos y también de obligaciones. Mª Carmen, comenta que es fantástico llegar a conocerse tan bien a una misma hasta el punto de poder decir, un día que no te encuentras bien, “hoy no estoy sociable”, asumiendo el estado de ánimo en el que nos encontramos. Aunque, con frecuencia, nos cuesta identificar y nombrar nuestras emociones.
Edurne considera que su época vital fue fantástica (habla de los años 60). Pudo estudiar, ¡además con chicos en clase! Tenían más libertades y posibilidades que sus predecesoras. Pudo salir, divertirse, etc sin las restricciones de Rosarios o Novenas. Recuerda con mucho cariño su primer beso. Algo muy meditado y sentido. Y también vivieron una época de bonanza económica y desarrollo del Estado de Bienestar que les permitió tener estabilidad laboral y poder decidir con mayor previsión su vida de pareja y de familia, algo que hoy en día es prácticamente impensable. Hoy en día, la gente vive al día. Es un “aquí te pillo aquí te mato” en muchos ámbitos de la vida. No es ni mejor, ni peor. Hay que convivir y respetar maneras diferentes de entender la vida. Cada persona es diferente y tiene ritmos diferentes.
Son conscientes de que sigue habiendo pensamientos y actitudes machistas en muchas mujeres. Por ejemplo, que las propias mujeres piensen que si hay mujeres en casa, que barra, friegue o haga las tareas del hogar un hombre es una deshonra “cerrad la puerta que si viene alguien y ve a este hombre barriendo…” ¿Qué? ¡¡Pues genial!!
En los años ochenta, surgió la asociación Emakume Taldea de Zuia. Nació a partir de un grupo de mujeres con hijxs que se juntaban para hacer actividades variadas (charlas, actividades culturales, deportivas, manualidades, etc..). Hoy en día no hay relevo generacional en la asociación. La gente más joven se anima solo a las actividades, pero no a formar parte de la organización de las mismas. Quizá esta realidad es fruto de la socialización en las familias: las madres organizan y preparan todo; las hijas van a las actividades y se marchan porque están muy atareadas.
De izquierda a derecha: Manoli (82 años), Inma (56 años), Rebeca (31 años), Mª Carmen (67 años), Mentxu (35 años), Mª Nieves (74 años), Edurne (57 años) y Mª Carmen (70 años). |
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